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¿Cuál es la política monetaria argentina?

 Por Gabriel Boragina ©

El artículo "Moneda y libertad" de Hans F. Sennholz[1] analiza críticamente el papel del Estado y los bancos centrales en la política monetaria, señalando que el monopolio gubernamental sobre el dinero, el curso forzoso y la manipulación monetaria generan inflación, inestabilidad económica y pérdida de libertades.

Resumen por secciones principales:

  1. Causas de la desintegración económica:

    • Las políticas monetarias se basan en teorías erróneas que justifican la emisión y control estatal del dinero.

    • El monopolio de la moneda y el papel de la Reserva Federal (Fed) han llevado a inflación, devaluaciones y ciclos económicos artificiales.

    • La Fed, lejos de ser independiente, actúa como herramienta del gobierno para financiar déficits y manipular crédito.

  2. Moneda de curso forzoso:

    • Permite al Estado imponer el uso de su dinero devaluado y eliminar la competencia de monedas alternativas.

    • Es la base indispensable de la inflación, ya que sin curso forzoso la gente podría rechazar moneda mala.

    • Históricamente, EE. UU. adoptó el curso forzoso en crisis (Revolución, Guerra Civil, 1933), siempre con consecuencias inflacionarias y confiscatorias.

  3. Soluciones falsas:

    • Keynesianismo: promueve gasto público y manipulación monetaria para alcanzar pleno empleo, pero genera inflación.

    • Monetarismo (Milton Friedman): propone crecimiento monetario constante (3-5 % anual) para estabilidad, pero mantiene curso forzoso y control estatal, perpetuando el problema.

    • Supply-side economics: promueve recortes fiscales y, en algunos casos, un patrón oro gestionado por la Fed, pero sin eliminar el monopolio monetario ni el gasto público excesivo.

  4. Conclusión:

·         El artículo “Moneda y libertad” de Hans F. Sennholz expone que la política monetaria contemporánea se apoya en ideas erróneas que han legitimado la inflación, la manipulación estatal del dinero y la destrucción de su poder adquisitivo. Señala tres “soluciones falsas” que, pese a sus diferencias, coinciden en consolidar el monopolio gubernamental sobre la moneda: el keynesianismo, el monetarismo y el “supply-side economics”.

·         En primer lugar, critica al keynesianismo, que defiende la intervención fiscal y monetaria para alcanzar el pleno empleo y suavizar los ciclos económicos. Según Sennholz, esta doctrina justifica déficits permanentes y expansión crediticia, lo que inevitablemente genera inflación, distorsiona las tasas de interés y fomenta inversiones erróneas que terminan en recesiones.

·         En segundo término, cuestiona a los monetaristas liderados por Milton Friedman. Aunque se presentan como opositores al keynesianismo, también proponen un control centralizado de la oferta monetaria. Su idea de expandir la masa monetaria a una tasa fija (3–5% anual) no evita los efectos nocivos de la emisión, ya que incluso un crecimiento “moderado” del dinero fiduciario causa distorsiones, malas inversiones y ciclos económicos. En el fondo, sostiene Sennholz, siguen confiando en la fuerza del Estado y en la moneda de curso forzoso.

·         Finalmente, analiza a los “supply-siders”, vinculados al gobierno de Ronald Reagan, que prometían prosperidad mediante rebajas impositivas y un eventual regreso al patrón oro. Pero, en la práctica, no cuestionaban ni los déficits fiscales crecientes ni el monopolio estatal sobre la moneda. Su propuesta de “reglas de precios” para estabilizar el valor del oro mediante operaciones de la Reserva Federal es, a juicio de Sennholz, otra forma de manipulación monetaria.

·         Aplicado al caso argentino, puede afirmarse que la política monetaria combina simultáneamente las tres soluciones falsas. El keynesianismo se refleja en la utilización crónica del gasto público deficitario y la expansión monetaria para estimular artificialmente la economía y contener el desempleo. El monetarismo aparece en la pretensión de estabilizar precios mediante metas de crecimiento controlado de la base monetaria, aplicadas sin cuestionar el monopolio estatal ni el curso forzoso del peso. Y el enfoque “supply-side” se observa en las recurrentes promesas de reformas impositivas o anclajes con el dólar, que no eliminan la raíz del problema: la dependencia del sistema político del financiamiento inflacionario. Todas estas corrientes aceptan la premisa de que el gobierno debe controlar el dinero, lo que conduce inevitablemente a inflación e inestabilidad.

·         El resultado es un esquema híbrido donde conviven gasto público sin control, o con un control discrecional y selectivo (se eliminan partidas de un sector que se trasfieren a otros) emisión monetaria crónica, manipulación de tasas de interés, controles cambiarios y reglas artificiales para sostener la moneda. Todo ello erosiona el poder adquisitivo, genera inflación estructural y destruye la confianza en la moneda local. En síntesis, Argentina ilustra con claridad la tesis de Sennholz: la combinación de estas tres falsas soluciones no resuelve los ciclos económicos ni garantiza estabilidad, sino que perpetúa la inflación, el empobrecimiento y la subordinación de la sociedad al poder político.

La verdadera solución, según Sennholz, es abolir el monopolio estatal del dinero y permitir la libre competencia de monedas, eliminando el curso forzoso.

Decididamente, el gobierno de ‘’La libertad avanza’’ va en sentido contrario a la propuesta de Sennholz.


[1] Revista Libertas IV: 7 (Octubre 1987) Instituto Universitario ESEADE.

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