Accion Humana

Accion Humana
Revista Digital

Los costos de transacción

 Por Gabriel Boragina ©

‘’El profesor Ronald Coase en 1937 escribió un artículo seminal denominado ‘La Naturaleza de la Empresa’, que le permitió, ya en la década de los noventa, ganar el premio nobel de economía. Les hace ver en ese momento, a los abogados y a los economistas, que cuando quieres comprar algo o vender algo, tienes que hacer algo más que comprar y vender. Utilizar el mercado, dice el profesor Coase, es costoso hacer una operación en el mercado, hacer una transacción, cuesta algo más que la transacción misma y es la cantidad de tiempo y de información necesarias para llevarla a cabo’’.[1]

Comienza con un análisis de cómo funciona el mercado en el que la noción costo-beneficio es fundamental y -hasta cierto punto- familiar para todos, incluso para los legos en economía. En cierto sentido lo que está haciendo es ampliando la idea de costo o complementando –más bien- la de costo de oportunidad que ya vimos, extendiéndola o incluyendo dentro de ella -como quiera verse- el de costo de transacción. No es que no existiera antes de que Coase expusiera su teoría sino que el aporte que hace es identificarlo, explicarlo y darlo a conocer. Y he ahí el mérito de su descubrimiento.

‘’E inventa así el concepto, que creo yo que le merece el premio nobel, el concepto de “costo de transacción”. Cada operación en el mercado, cada transacción, cada vez que compras o que vendes incurres en un costo de tiempo y de información, requieres tiempo y requieres de información’’.[2]

Quienes estamos desde hace tiempo familiarizados con este hallazgo de Coase nos encontramos acostumbrados a verlo como una cuestión de sentido común pero, como dijera un célebre profesor amigo, el sentido común es a veces –irónicamente- el menos común de los sentidos. Lo cierto es que en muchas ocasiones ese costo de transacción supera el costo de la transacción misma y es importante tener en claro el concepto porque el poder identificarlo sirve para que tomemos la decisión si nos conviene o no llevar a cabo la transacción que teníamos proyectada.

Los ejemplos abundan. El clásico es la búsqueda de un empleo específico poco ofrecido en el mercado que, cuando al fin se lo encuentra la remuneración definitivamente ofertada no compensa los gastos incurridos en tiempo y dinero del pretendiente, incluyendo los erogados en estudios y cursadas de la carrera u oficio en cuestión.  

‘’ ¿Cuál es la conclusión de Coase o la tesis coasiana? La tesis es la siguiente: el derecho tiene una función económica que consiste en reducir el costo de transacción. Si el mercado no fuera costoso el derecho no existiría, pero como el mercado es costoso el derecho tiene que existir para reducir el tiempo e incrementar la información necesaria para cada transacción. ¿Cómo reduce el tiempo el derecho? El derecho reduce el tiempo porque les permite a las personas, rápidamente, tomar una decisión. Prever la consecuencia de derecho para el supuesto de hecho, saber las consecuencias jurídicas de sus acciones’’.[3]

En realidad se podría expresar mejor diciendo que si las decisiones que tenemos que tomar a diario en el ámbito del mercado no tuvieran costo alguno no necesitaríamos del derecho y por tanto su existencia seria superflua. El derecho permite anticipar las consecuencias de los actos que incluyen interacciones de tipo civil, comercial e incluso penal con otras personas. Y es en este sentido que es útil para reducir los costos de transacción. Y esta es en realidad su función primordial. La reducción de tiempo opera en el sentido que ya reunidas por el derecho y descriptas todas las posibles conductas y sus consecuencias legales, la inversión de tiempo que tenemos que realizar para saber si adoptar cierta decisión o no hacerlo será muchísimo menor que la que tendremos que dedicar si no contáramos con esa información.

Si yo no supiera que existe el derecho de propiedad en un lugar determinado jamás emplearía tiempo ni recursos en buscar una vivienda en ese lugar, ni un automóvil ni nada que me gustara poseer en propiedad. La afirmación en un cuerpo legal de la existencia de ese derecho allí donde estoy será lo que me permita tomar la decisión de comprar lo que deseo o vender lo que poseo.

‘’Por ejemplo, cuando nos casamos legalmente sabemos cuáles son las consecuencias del matrimonio legal porque el derecho reduce los costos de transacción de la relación matrimonial. Pero no solamente nos permite colectar información, nos permite también reducir el tiempo ¿Por qué? Porque el derecho reúne más información de la disponible para cada uno de nosotros individualmente. Si nosotros, cada uno por separado, tuviéramos que tomar una decisión sin la información de los demás, nos demoraríamos mucho más tiempo. En cambio, el derecho nos proporciona información y nos reduce el tiempo. Si el derecho tiene una función económica fundamental, es la de reducir el costo de transacción’’.[4]

En suma, el derecho nos permite tomar decisiones más rápidas o desistir de ellas. Si tuviéramos que colectar toda la información que necesitamos acerca de esas consecuencias nos podría llevar años hacerlo. Es importante tener en cuenta que esta es la función económica del derecho, aunque tiene también resultados económicos de otro tipo, porque nos anticipa que tipo de costos nos imponen las normas en aquellos casos que -según las mismas- estemos incursos en alguno de sus supuestos.

Por ejemplo, el delincuente sabe que si comete un crimen el código penal le impone una pena de tanto tiempo de prisión, multa o lo que fuere. En este caso, le da a conocer el costo de infringir la norma o, en otros términos, lo que sería el costo de oportunidad que sufriría si la viola. La alternativa seria la pérdida de su libertad. Pero, al mismo tiempo que el código le brinda esa información está reduciendo su costo de información al permitirle saber por anticipado cuales serían las consecuencias gravosas de su actuar delictivo. Con ello, el beneficio que le otorga la ley es doble. La transacción -en este caso- consiste en cumplir con la ley o violarla. Llevar a cabo el acto criminal o desistir del mismo.


[1] Enrique Ghersi ‘’El costo de la legalidad’’. publicado por institutoaccionliberal • 16/01/2014 • El costo de la legalidad | Instituto Acción Liberal http://institutoaccionliberal.wordpress.com/2014/01/16/el-costo-de-la-...

[2] Enrique Ghersi. ibídem.

[3] Enrique Ghersi. ibídem.

[4] Enrique Ghersi. Ibídem.

No hay comentarios.:

Estado de situación y panorama

  Por Gabriel Boragina ©   Por más de mis esfuerzos por ser optimista, el panorama político y económico argentino no ofrece incentivo ...

Lo más leído