Por
Gabriel Boragina ©
Decíamos algunos
días atrás que la política económica del presidente Mauricio Macri se ve
claramente orientada hacia un modelo desarrollista
de la economía, lo que ha sorprendido y de alguna manera viene desilusionando
al grupo de liberales que lo apoyan y que le dieron su voto en las elecciones
en las que el presidente se alzó con el triunfo.
Con todo, seguimos
sosteniendo que el conjunto de liberales mencionado, no ha sido un caudal de
mayor importancia en el cómputo final de los votos obtenidos por el presidente.
La superior proporción de electores de Macri provienen de los seguidores de la
alianza que lo catapultó al poder, es decir el sector de la UCR liderado por
Ernesto Sanz y la Coalición Cívica cuya referente es Elisa Carrió. Si
analizamos el perfil de estos votantes nos daremos cuenta que su eje de
pensamiento se encuentra más bien distante del liberalismo. Es por eso que, en
aquella ocasión anterior, entendíamos que, si bien los liberales -ya sea se
encontraran enrolados en los partidos mencionados, ya sea se hallaran fuera de
ellos- que votaron a Macri se sentían extraviados ante la política económica
que viene desplegando el actual gobierno, no sucedía de manera análoga con el
grueso de los electores de Macri, que tuvieron en mira lo que visualizaron como
un proyecto desarrollista, si bien no
fue explícitamente descripto por el entonces candidato de Cambiemos con esa exacta denominación.
Hay un interesante
paralelismo que puede hacerse entre los partidos y personas que conforman el
Frente "Cambiemos" y el pasado del desarrollismo argentino. Como es sabido, el Frente Cambiemos está constituido por el PRO
(espacio político del actual presidente Macri) la UCR presidida por Sanz, y el
ARI de Carrió. Esta última proviene de la filas del radicalismo al que
perteneció antes de componer su propio partido político. Y retrotrayéndonos más
aun al pasado, el ex presidente Frondizi antes de fundar su propio partido que
fuera conocido con las siglas MID que significaban "Movimiento de
Integración y Desarrollo", también había estado afiliado a la UCR, que en
su época se había escindido en dos ramas o subpartidos:
la UCRI ("Unión Cívica Radical Intransigente") y UCRP ("Unión
Cívica Radical del Pueblo"). Frondizi llegó a la presidencia liderando la
UCRI, para luego pasar a encabezar su propio partido (el MID).
Con esto, podemos
visualizar que -al menos en Argentina- el desarrollismo
(modelo económico que, en los hechos aunque no tanto en el discurso, viene
desplegando el presidente Macri, ha tenido un origen indudablemente radical, que -en lo económico y a través
del tiempo- siempre ha sido intervencionista,
condenando por igual tanto al liberalismo como al socialismo. No ha de llamar
la atención el rumbo tomado por Cambiemos,
si tenemos en cuenta los orígenes ideológicos de las agrupaciones que lo
constituyen.
Será oportuno
insistir, una vez más, en algo que a menudo se olvida: y es que la Argentina
nunca tuvo gobiernos liberales o partidos liberales al frente del gobierno. Lo
que -a su turno- se explica porque el componente ideológico que constituye el sustrato
de la sociedad argentina es nítidamente intervencionista,
con una muy fuerte tendencia hacia el estatismo más exacerbado.
Y existe otro
elemento, que es el de la confusión que esos mismos gobiernos han sembrado
entre sus electores:
"Otra valla para la fluidez del
mensaje liberal son gobiernos que usan desaprensivamente la etiqueta liberal
pero se abocan a la corrupción escandalosa, al aumento del gasto estatal y la
deuda pública en el contexto de severos incrementos impositivos, manejo
discrecional del tipo de cambio, la dispersión arancelaria y la ausencia más palmaria
de la división de poderes. En esa situación no son pocos los que terminan
desconfiando seriamente (y muy injustamente) del liberalismo que en verdad es
inexistente en esos climas tóxicos."[1]
En alguna medida,
es debido a esto mismo que muchos macristas y antimacristas piensen que su
gobierno es "liberal", y pese a que varios funcionarios del mismo
(incluido el propio presidente Macri) han renegado públicamente del
liberalismo. No son pocos los casos en que, muchas personas están convencidas que el liberalismo
tiene que ver con lo anterior. Precisamente, el desarrollismo del MID, que en suma, se emparienta con el más rancio
keynesianismo, creía en las políticas
activas del estado, en las que justamente un elevado gasto estatal, más
impuestos, arancelamientos, tarifas, controles, etc. son tenidos por los medios
"idóneos" para lograr la ansiada meta del tan anhelado "desarrollo".
Y muchos son los que confunden "esto" con "liberalismo".
Por eso, decíamos
días atrás que, los electores de Macri querían realmente este tipo de política,
y fueron coherentes en la elección del candidato "ideal" para
llevarla a cabo. Nosotros como liberales, sabemos que están equivocados, que
muchas veces se han ensayado todo tipo de políticas activas y que -en
definitiva- fueron las que condujeron al país al estado calamitoso en el que
hoy se encuentra. Pero, lamentablemente, el plafón cultural del argentino
promedio no ha sido modificado en décadas, desde el primer peronismo hacia
aquí. Y aun vemos lejos, muy lejos el atisbo apenas de alguna lucecita "liberal"
al final del túnel.
Prueba de todo lo
dicho es que, en los seguidores del presidente Macri, no hay ningún reclamo
visible ni generalizado por disminuir el gasto estatal, ni bajar impuestos, etc.
sino que las "críticas" que se le hacen al presidente son situadas
para que distribuya de la manera más "equitativa" posible todo ese
caudal de dinero compuesto por impuestos, subsidios, aranceles, etc. y que no
se eliminen los subsidios, sino que se los dirija a quienes "realmente"
los "necesitan". En estos puntos consisten las mayores objeciones que
los macristas le hacen al presidente.
En definitiva, no
se reprueba una política económica dirigista o intervencionista. Se pide
continuar con el dirigismo, pero que el dirigismo
se dedique a dirigir el dinero de
unos otorgándoselo a otros. Camino ya probado y fracasado.
[1] Alberto
Benegas Lynch (h)"¿Es efectivo el mensaje liberal?" publicado
originariamente y tomado del
Diario
de América / America's Daily > ¿Es efectivo el mensaje liberal? por Alberto
Benegas Lynch (h)
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